Una granada que fue abandonada en la calle Murillo, entre carreras 29 y 31, causó pánico entre los habitantes y personas que se movilizaban por este sector en la mañana de este miércoles. 

Ante una llamada que alertó, la Policía Antiexplosivos llegó a lugar, acordonó la zona, desalojó a las personas que residen o viven por el lugar, y procedió a buscar el artefacto para hacerlo detonar de manera controlada. Esto sucedió hacia las 8 y 15 de la mañana.

Según el general Gonzalo Londoño, un ciudadano avisó a las autoridades sobre la presencia del artefacto explosivo.

"Tuvimos información de la granada, porque un ciudadano la pateó pensando que era una bola, y cuando miró con detenimiento se dio cuenta que era una granada de fragmentación, y dio aviso a nuestros uniformados", dijo el general.

De inmediato, los uniformados de antiexplosivos verificaron que la granada no tenía su 'espoleta'. "Esta granada en algún momento tuvo que haber sido utilizada pero de manera fallida. Afortunadamente no explotó y nuestros uniformados hicieron detonar el artefacto explosivo de manera controlada sin dejar daños, ni vidrios partidos", recalcó el Comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.

Con información de la comunidad y ayuda de las cámaras de seguridad tanto de vigilancia como privadas de locales comerciales cerca del sector, los investigadores verificarán quien pudo haber arrojado el artefacto explosivo y con que motivo. 

"En el sector los comerciantes manifestaron que no tenían extorsiones, pero de igual manera vamos a continuar la investigación para identificar al responsable de este hecho", indicó el alto oficial.

La Murillo entre carreras 29 y 31 permaneció cerrada por varios minutos mientras que el personal de la Policía realizó su trabajo.